Así sería el Mundial 2030: cuántos equipos, como se jugaría.
En los próximos días, FIFA y Conmebol podrían anunciar la tremenda noticia que beneficia a Argentina, Paraguay y Uruguay
Según informa el diario deportivo Olé, en los próximos días se hará oficial la confirmación de parte de FIFA y Conmebol respecto a la organización de la próxima Copa Mundial. El torneo tendrá la particularidad de contar con 64 selecciones participantes, un formato histórico que ampliará la cantidad de equipos clasificados.
Dentro de este escenario, Argentina tendría la posibilidad de disputar toda la fase de grupos en territorio trasandino, actuando como local. Lo mismo ocurriría con Paraguay y Uruguay, que también albergaría partidos de la primera etapa. De esta manera, los equipos Conmebol jugarían ante su gente, con un fuerte condimento emocional y deportivo en el inicio del certamen.
¿Quién logrará el Mundial del próximo año? ¡Es hora de jugar y ganar!
Estructura del Mundial 2030
De acuerdo con lo que se estima, la Copa del Mundo 2030 estará compuesta por 16 grupos de 4 selecciones cada uno, avanzando los dos mejores a la siguiente ronda. Este formato busca dar mayor competitividad al torneo y garantizar una distribución más amplia de países en el máximo evento futbolístico.
En este marco, Argentina, Paraguay y Uruguay serían anfitriones exclusivos de sus respectivos grupos, disputando sus encuentros en sus estadios nacionales. La Copa, sin embargo, tendrá su desarrollo principal en Europa y África: España, Portugal y Marruecos serán las sedes encargadas de organizar la fase decisiva, incluida la gran final donde se definirá al campeón del mundo.

Ventajas para Argentina, Paraguay y Uruguay de jugar como local en el Mundial
Que Argentina, Paraguay y Uruguay dispute la fase de grupos del Mundial en condición de local representa varias ventajas. En lo deportivo, el equipo contaría con el apoyo de su hinchada, lo que suele marcar diferencia en partidos decisivos. Desde el aspecto económico, la organización de al menos seis encuentros tendría un gran impacto en turismo, hotelería y comercios relacionados. Finalmente, en lo simbólico, recibir a selecciones del mundo en estadios sudamericanos consolidaría aún más la tradición futbolera del país y su lugar en la historia de los Mundiales, justo cuando se celebran los 100 años de la cita más grande.






