Historia de Estudiantes de Río Cuarto en Primera División
Estudiantes de Río Cuarto es uno de esos clubes que, pese a haber tenido un breve paso por la élite del fútbol argentino, dejó una huella que perdura en el tiempo. En una ciudad donde el fútbol se respira a cada esquina, el Celeste alcanzó su mayor pico de gloria entre 1983 y 1985, cuando disputó los viejos Campeonatos Nacionales, aquella ventana histórica que permitió a equipos del interior medirse cara a cara con los gigantes del país.
El paso de Estudiantes de Río Cuarto por la máxima categoría
El debut en Primera llegó en 1983. Fue un año duro, de adaptación, en el que Estudiantes de Río Cuarto no logró victorias pero sí comenzó a escribir su nombre entre los clubes de la máxima categoría. La experiencia, sin embargo, serviría de base para lo que vendría. En 1984 el equipo dio un pequeño gran paso: consiguió su primera victoria en Primera y, además, firmó un empate histórico ante River Plate, un resultado que en Río Cuarto aún se recuerda como un símbolo de competitividad y orgullo.
#Recuerdo
4 de marzo de 1984
Sin dudas es una de las más épicas jornadas de la historia de Estudiantes.
Por ser en Primera División, el rival, el marco de público y la enorme actuación del celeste… pic.twitter.com/p3sqv2bTBQ— A. A. Estudiantes de Río Cuarto (@EstudiantesRio4) March 4, 2024
La mejor campaña llegaría en 1985. En esa temporada, Estudiantes de Río Cuarto logró lo que nunca antes: clasificó a la segunda fase del torneo tras finalizar segundo en su grupo. En ese recorrido enfrentó a Boca Juniors, con un empate 1-1 en la ida que alimentó ilusiones, aunque la revancha terminó en una goleada en contra. Aun así, aquella participación marcó la despedida del club de la Primera División, pero también selló para siempre su lugar en la historia del fútbol nacional.
Lo que vino después: del ascenso provincial a la lucha por volver
Después de ese ciclo, Estudiantes de Río Cuarto inició un largo camino por las categorías del ascenso. Se mantuvo durante décadas entre torneos provinciales, regionales y, posteriormente, en el Federal A, hasta que en 2019 volvió a recuperar protagonismo al ganar su zona y retornar al ámbito del ascenso profesional. Ese paso representó un renacer institucional y deportivo.
El impulso continuó en los años siguientes. En la Primera Nacional, el Celeste se convirtió en un animador frecuente y, en 2025, estuvo nuevamente a un paso de la máxima categoría. Aquel año avanzó en el Reducido dejando en el camino a Gimnasia y Tiro de Salta —a quien venció 2-0 en Río Cuarto— y luego a Estudiantes de Buenos Aires, con un ajustado 1-0 que lo depositó en la final por el ascenso. La ilusión de volver a Primera, tras cuatro décadas de ausencia, recobró vida.
Pero la historia del club siempre estuvo atravesada por desafíos estructurales. Su casa, el Estadio Antonio Candini, tiene una capacidad más modesta que la de los grandes del país, y eso se traduce en presupuestos, posibilidades de inversión y presiones deportivas. Aun así, para la gente de Río Cuarto, Estudiantes es un emblema de identidad y esfuerzo colectivo, una institución que ha sabido reinventarse en cada etapa, incluso en tiempos difíciles.
2025: el sueño de Estudiantes de Río Cuarto del ascenso a Primera
Hoy, más de cuarenta años después de su último partido en Primera, el Celeste mantiene viva la ambición de volver. Cada campaña competitiva, cada playoff superado, cada paso en firme alimenta la esperanza de revivir aquellas tardes inolvidables de los Nacionales. Su historia en la máxima categoría puede haber sido breve, pero su deseo de regresar nunca dejó de ser enorme.
